Monday, August 30, 2010

No hay confianza en el Gobierno

Nadie tiene confianza en lo que diga y prometa el Gobierno
por: ARTURO MARTÍNEZ MOYA

El déficit del presupuesto lo motiva el clientelismo, los dominicanos lo saben, razón por la que empresarios y consumidores mantenían la esperanza, no fundamentada por la experiencia histórica, de que dada la magnitud de la crisis, de manera sensata el Presidente Fernández se sometería a un programa de austeridad para recortar gastos, porque no hay otra manera de recuperar la confianza.

Como el Gobierno niega la austeridad, los mercados están pesimistas después del triste acuerdo a que se llegó para adelantar el ITBIS en Aduanas e indexar las gasolinas y el gasoil, violando las leyes de Hidrocarburos y Pro Industria Nos. 112-00 y 392-07. Por la fuerza cobrarán los impuestos, pero lo cierto es que nadie tiene confianza en lo que diga y prometa el Gobierno, el agravante es que se reducirán las recaudaciones por ambos conceptos, los aumentos de precios que vienen bajarán el consumo.

Por principio, los empresarios debieron rechazar compartir la responsabilidad de violar leyes, crean un precedente funesto para la seguridad jurídica de sus inversiones. Al ceder pierden seriedad para exigir el cumplimiento de normas jurídicas que garantizan la libre empresa. Deben entender que el Gobierno es el único responsable de la crisis, por lo que solamente él debe resolverla infligiéndose dolor. Los grandes empresarios que cedieron, se dice por amenazas soterradas, deben saber que no es verdad que el Gobierno renunciará a seguir cobrando por adelantado el ITBIS, han sido reiterados los engaños.

Deben recordar que de no haberse acumulado un déficit en el presupuesto de RD$103 mil millones de los años 2005 a 2009 y no menos de RD$80 mil millones en 2010, hoy no tuviéramos un Gobierno quebrado buscando dinero prestado, exigiendo que se le adelante dinero violando leyes. El déficit acumulado de RD$180 mil millones es más de la mitad del presupuesto de este año, por eso el Gobierno carece de credibilidad pública, se hace el loco y amenaza de manera agresiva.

El déficit del presupuesto significa nuevos endeudamientos, lo último representa 40% de los ingresos tributarios a pesar de la ampliación de la base. La tendencia creciente del indicador se mantiene en el 2010, porque los ingresos crecieron 9% y los gastos 16% en los meses enero-junio. A pesar de que el Gobierno peledeísta recaudó un trillón de pesos en los años 2005-2009, tenemos un Estado excesivamente endeudado, que de repente no puede pagar sus compromisos y que para sobrevivir tiene que violar sus propias leyes, operar en la ilegalidad.

Si el amigo lector quiere comprobar lo que digo, pregunte quién está dispuesto a prestar dinero al Gobierno, sin que medie una verdadera garantía y un gran descuento. La respuesta es nadie que esté cuerdo.

¿Quiere otra prueba de que es un Gobierno derrochador? Ahí la tiene. Antes de las elecciones recibió US$750 millones de los bonos soberanos, equivale decir ahorro externo en forma de préstamos, que no se usaron para mejorar la capacidad de producción. Y nadie sabe en qué se usaron. Tampoco rinde cuenta. Esto es un caos institucionalizado.