Crisis financiera mundial pone en evidencia necesidad de ayudar a países más  pobres a conectarse con mercados regionales y mundiales.  “Ayuda para el comercio” colabora con países menos desarrollados, donde la  baja calidad del transporte aumenta el costo y el tiempo para exportar e  importar mercaderías.Asistencia incluye financiamiento para logística y transporte, apoyo a  compañías para cumplir con estándares de productos y fortalecimiento de la  capacidad en la gestión fronteriza.- Es un hecho reconocido que el comercio mundial  ayuda a los países a crecer y a paliar la pobreza.Tras la crisis financiera, la  recuperación de dicha actividad contribuye a que el mundo salga de la profunda  recesión.
 Sin embargo, la crisis evidenció la necesidad de apoyar a los países más  pobres a conectarse con los mercados regionales y mundiales, afirman los  economistas Bernard Hoekman y John S. Wilson, del Banco Mundial.
 “El comercio es un mecanismo poderoso para respaldar a los países a superar  el impacto de la crisis”, dice Hoekman, director del Departamento de Comercio de  la Vicepresidencia de Reducción de la Pobreza y Gestión Económica del Banco.
 “La actual situación poscrisis —y la frágil recuperación económica—  incrementan la importancia de la ayuda para el comercio.A medida que se recupere  la actividad económica y la demanda, se espera que los consumidores y las  empresas de los países importadores sean aun más susceptibles que antes a los  precios de los bienes y servicios que compren.Por eso, es importante la ayuda  para el comercio. Esta debe apoyar medidas para mejorar la competitividad de  aquellos países con capacidad comercial débil”.
 Este mecanismo ayuda a las naciones menos desarrolladas, donde la baja  calidad de los sistemas de transporte y las malas condiciones de las carreteras  aumentan el costo, el tiempo y la dificultad de exportar e importar  mercaderías.Las barreras arancelarias y no arancelarias y otros costos, entre  ellos la corrupción, complican la capacidad de estos países de competir en la  economía mundial e incluso dentro de sus propias regiones.
 De los 49 países menos desarrollados reconocidos por la Conferencia de las  Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés),  31 no tienen salida al mar, un factor geográfico que contribuye al costo del  comercio y los somete a factores logísticos extranjeros.La Asociación  Internacional de Fomento (AIF), el fondo del Banco Mundial para los países más  pobres, brinda asistencia a través de donaciones y créditos sin interés.
 África alberga a 15 naciones sin salida al mar, en los que se estima que  entre 7 y 10 millones más de personas pueden haber caído en la pobreza como  consecuencia de la crisis.
 Comercio es fundamental para alcanzar otros objetivos de desarrollo del  milenio (ODM)
 La situación difícil de estos países es una de las razones por las cuales la  ayuda para el comercio, así como el aumento de la participación en el comercio  mundial de los países en desarrollo, son factores clave del ODM 8: Fomentar una  asociación mundial para el desarrollo.
 “El comercio ha sido un componente fundamental para impulsar el desarrollo  económico mundial, el crecimiento del producto interno bruto (PIB) y la  transferencia de información", dice Wilson, economista principal para el  Comercio y la Integración Internacional del Grupo de investigaciones sobre el  desarrollo del Banco.
 “Ayuda a unir —de manera positiva— a la comunidad internacional.En ausencia  del tipo de oportunidades que ofrece el comercio, será mucho más difícil  alcanzar las metas de los ODM para salud o nutrición y educación, entre  otras.Esa clase de inversiones que efectúa la comunidad de donantes serían mucho  menos eficaces y rendirían beneficios muy inferiores en un mundo que no contara  con un sistema comercial fuerte y abierto”.
 En la última década aumentó el acceso de las economías en desarrollo a los  mercados. Esto ocurrió cuando las economías desarrolladas otorgaron acceso libre  de impuestos a los mercados en desarrollo para hasta el 79% de sus productos, en  comparación con el 55% en 1997.
 En parte, la intención de la ayuda para el comercio es colaborar con los  países menos desarrollados para aprovechar tales oportunidades.La asistencia de  casi US$119.000 millones provino en 2009 de los países de la Organización para  la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
 El apoyo puede incluir: financiamiento para infraestructura logística y de  transporte, ayuda para que las firmas se ajusten a los estándares  internacionales para los productos, fortalecimiento de la capacidad en la  gestión fronteriza e implementación de proyectos que conecten a los productores  rurales con los mercados.
 “Sin embargo, más del 90% de los fondos totales de ayuda para el comercio se  canalizan hacia la infraestructura y el desarrollo del comercio”, explica  Wilson. “Debemos concentrarnos en asegurar que se entreguen los recursos  prometidos y se destinen a iniciativas concretas en el terreno y, además,  ocuparnos de los montos relativamente limitados dirigidos a los programas de  reformas de las regulaciones y de las políticas”.
 Ayuda para el comercio también abarca medidas para respaldar a los  trabajadores, a los productores y a las comunidades a adaptarse a los cambios en  las políticas o condiciones comerciales. Esto puede ocurrir, por ejemplo, a raíz  de los programas de preferencias comerciales.
 Reformas producen altos rendimientos
 Un estudio del Banco Mundial efectuado recientemente halló que pequeños  montos de ayuda para reformas de las regulaciones y de las políticas incrementan  en gran medida los flujos comerciales.De hecho, la tasa de rendimiento de US$1  de este tipo de ayuda se traduce en unos US$697 de comercio adicional, dice  Wilson.
 “Este dato sugiere que el crecimiento económico podría ser estimulado  eficazmente mediante una ayuda orientada a la agenda comercial, que enfatiza la  reducción de los costos comerciales —específicamente, reformas asociadas a la  regulación y la política comercial—”, agrega.“Ello se complementaría con grandes  inversiones en infraestructura que ya se están realizando”.
 Algunos ejemplos de esta clase de reformas son: la modificación de  reglamentaciones para permitir la competencia en el sector del transporte de  carga por carretera; hacer más eficientes los servicios de exportación e  importación en las fronteras, y eliminar las barreras técnicas para  comercializar mercaderías y productos agrícolas. 
 En el ejercicio de 2010, el Grupo del Banco Mundial proporcionó un total de  US$1.800 millones en préstamos relacionados con el comercio para ayudar a los  países en desarrollo a alcanzar sus objetivos de reformas comerciales, lo que  representa una triplicación de los niveles del ejercicio de 2003. 
 En otro frente, las asociaciones entre el sector público y privado también  pueden aprovechar el segundo como fuente de conocimiento, capital e información,  explica Wilson.
 El Banco está colaborando con asociaciones y asociados comerciales para  diseñar maneras de mejorar la logística comercial y la gestión de fronteras, a  fin de complementar las inversiones en infraestructura.Además, la institución  está buscando nuevas formas de recurrir a la experiencia privada para generar  datos de rendimiento comercial en tiempo real, que pueden utilizarse para  alentar reformas de políticas orientadas a la facilitación comercial.
 Tales medidas, así como una conclusión satisfactoria de las negociaciones de  la Organización Mundial de Comercio (OMC) en la Ronda de Doha de conversaciones  sobre el comercio mundial, podría acelerar el avance hacia el logro de un  sistema financiero y comercial abierto, predecible y no discriminatorio, afirma  Wilson.
 “El comercio está relacionado muy directamente con la reducción de la pobreza  y la ayuda para sacar a los pobres de esa situación.Si se observa lo sucedido en  los últimos 30 ó 40 años, uno de los motores más importantes para la reducción  de la pobreza fue la apertura de las oportunidades comerciales, en particular,  para las naciones menos desarrolladas.
 “Mirando hacia adelante en el proceso de los ODM, creo que podemos aprovechar  el progreso de las últimas décadas y ser mejores, más rápidos y eficientes a la  hora de ayudar a los países menos desarrollados a ingresar a los mercados  mundiales”, dice.
Fuente: Boletín Banco Mundial