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POR FERNANDO ALVAREZ BOGAERT
-DE HOY, MATUTINO DOMINICANO-
Una impresión inolvidable
A fines del año 1964 o a principios de 1965, el doctor Milton Friedman en uno de sus periódicos viajes de la Universidad de Chicago a la de Columbia, luego de una serie de presentaciones, nos invitó a seis de sus alumnos a almorzar a un restaurante chino en la calle 112 y Broadway. La sorpresa grande fue que en vez de nosotros preguntarle, fue él que nos hizo pregunta tras pregunta.
¿Qué creíamos había sido la causa principal de la depresión de los años 30? ¿Qué creíamos que era primero: la libertad política o la libertad económica?... Al final de la tertulia, nos aconsejó a que fuésemos iconoclastas, que confrontáramos posiciones convencionales que no se ajustaran al sentido común. A eso él llamó la batalla permanente contra "la tiranía del status quo". Nos dijo que no fuésemos prejuiciados ante una hipótesis. Que buscáramos las estadísticas y que dejáramos que ellas nos señalaran el camino. Que fuésemos impacientes en buscar las soluciones a políticas gubernamentales fracasadas; pero insistió que fuéramos neutrales hasta alcanzar una salida sustentada en estadísticas no contaminadas. La mayoría de nosotros éramos keynesianos, pero fuimos profundamente impresionados por la intelectualidad, el rigor académico y, sobre todo, por sus convicciones. Apenas tenía cinco pies dos pulgadas de estatura, pero nadie notó su pequeño tamaño.
El dominio de la teoría de Keynes
Los 30 años precedentes, y hasta el 1965, las teorías de John Maynard Keynes dominaban el discurso económico y la acción de gobierno. Keynes, creyente en un gobierno activo y sospechoso de los mercados, planteaba el predominio de la política fiscal y la necesidad de expandir el gasto público en períodos de recesiones. Postuló que la profundidad y la duración de la crisis de la depresión de los años 30 se debieron al colapso de los mercados y a la necesidad de impulsar la demanda agregada aumentando los gastos y/o reduciendo los impuestos.
El inicio del monetarismo
Friedman, en 1963, publicó la "Historia monetaria de USA" - un análisis estadístico de 100 años de política monetaria - con Anna Scwartz, donde enfrentó la verdad convencional de Keynes y demostró que además de defectos en la política fiscal, un hecho había incidido de modo importante y dramático en la profundización y prolongación de la depresión de la década del 30 y éste consistió en la contracción errónea de la oferta monetaria por parte del Banco Central por varios años.
Planteó la teoría monetaria que decía, en esencia, que la acción de un gobierno era mantener el control de la oferta monetaria a un nivel consistente en un desarrollo sostenible. Por esta posición, y por muchas de las que tomó durante 30 años, fue duramente criticado y a veces satanizado.
Friedman era un firme creyente en la utilidad de la econometría, y expresaba que la misma era un excelente instrumento especialmente para las proyecciones económicas. No obstante, sabía que la mente humana era muy compleja para ser expresada con una simple ecuación matemática.
La relación entre la inflación y el desempleo
Confronta la idea generalizada de que se necesitaba un aumento moderado de la inflación – llamada Curva de Phillips – para mantener bajo el desempleo. Su posición en contra de la relación íntima de inflación y el desempleo bajo fue contundentemente validada en dos ocasiones:
1. A finales de los años 70, cuando hubo una enorme inflación y un gran desempleo y; 2. En los años 90, donde hubo baja inflación y bajo desempleo. Sus ideas monetaristas sirvieron de sustento al manejo de la política monetaria.
Milton Friedman y Alan Greenspan
El tiempo demostró que no bastaba un control adecuado de la oferta monetaria, que con todos los instrumentos financieros – cada vez más complejos – era muy difícil medir con exactitud la oferta monetaria real, y que se necesitaba tomar en cuenta factores empíricos, ejemplo: tasa de crecimiento, desempleo. El propio Friedman aceptó esa nueva posición en un trabajo publicado en Wall Street Journal en febrero del año 2006, felicitando a Alan Greenspan por su extraordinario trabajo de 18 años como jefe de la Reserva Federal de los Estados Unidos.
Greenspan, profundamente influenciado por la teoría monetaria de Friedman, añadió a ésta el estudio de los nuevos factores creados por la continua revolución tecnológica que había contribuido a aumentar dramáticamente la productividad laboral.
Capitalismo y Libertad
Friedman será recordado también por los conceptos emitidos en su libro "Capitalismo y libertad" y por una serie televisiva del 1980 que desarrolló junto a su esposa Rose, quien era su más influyente colaboradora, que llamó "la libertad para elegir".
En este libro y en esta serie fue donde se explayó en la explicación del determinante papel que juega la libertad económica en el progreso de los pueblos. En estas exposiciones puso más énfasis en la ineficiencia social y económica que ocurre cuando el gobierno crece continuamente, sin ser enfrentada rigurosa y continuamente por el rigor del mercado libre.
Estaba a favor de una red social para el desempleado con incentivos privados para trabajar, así como una seguridad social privada con una red social para los ciudadanos pobres. Apoyaba la privatización con transparencia, indicando que si no se hacía de ese modo se pasaría de un oligopolio público ineficaz a un oligopolio privado predatorio. Hizo énfasis en el mercado libre, poniéndole especial atención a la palabra libre. Por eso plantea, con su acostumbrado rigor científico, que tenía que haber una separación total entre el empresariado y el gobierno.
Su controversial viaje a Chile
Friedman fue rudamente criticado como derechista. Ferozmente criticado por su viaje a Chile en tiempos de Pinochet. En dicho viaje se limitó a dar su receta básica para enfrentar una inflación de 200 a 300% por que el tamaño del gobierno chileno era de un 40% del PIB, y un tercio era financiado con emisiones inorgánicas. Sus sugerencias fueron:
1. Reducir el tamaño del gobierno vía los gastos; 2. Notificar la eliminación del dinero inorgánico en 6 meses; 3. Crear una red social provisional para los afectados por el "shock monetario"; 4. Bajar los aranceles para aumentar la competencia interna y; 5. Crear una seguridad social privada acompañada de una red social para los más pobres. En suma, crear las condiciones para un mercado verdaderamente libre sin intervenciones del sector público ni del privado.
El que evidentemente no había leído el libro "Capitalismo y Libertad" fue Pinochet. El tema central de este libro es que una libertad económica grande da como resultado la libertad política. Pinochet fue desplazado por una gran coalición de demócratas cristianos, socialistas e independientes. Aunque estos habían sido críticos de las ideas de Friedman, no sólo la confirmaron sino que la ampliaron.
Indice de la libertad
Este índice de libertad económico se sustenta en siete segmentos que afectan la libertad económica de un país determinado:
1. Tamaño de gobierno y la calidad del gasto público
2. Transparencia y discrecionalidad
3. Fluidez del intercambio internacional,
4. Tamaño y eficacia de las regulaciones
5. Una moneda que refleje su valor real;
6. Un sistema judicial transparente e íntegro,
7. El uso de la discrecionalidad en el gobierno
Este índice es compilado anualmente por los prestigiosos institutos el Cato -ligado a Milton Friedman- y el Frazer de Cánada. Chile ha progresado de modo sostenido y no es casual que el Instituto Cato haya puesto a Chile a la cabeza de América Latina (en el trabajo sobre América Latina además del Instituto Cato y el Frazer jugó un papel importante la Universidad Internacional de la Florida) en su recién publicado "Indice de libertad económica". En esta lista, ya que vamos a competir con Centro América, encontramos que Costa Rica, Panamá y El Salvador tienen un alto puntaje, de 7.2. Guatemala, 6.6, y Nicaragua, 6.2. Nosotros tenemos un índice de 5.4 y estamos en uno de los últimos lugares de América Latina. La República Dominicana ha sido colocada en el lugar 111 de los 130 países analizados, conforme al índice de "libertad económica".
Friedman no sólo asesoró a Chile sino a decenas de países que van desde Irlanda, Inglaterra, hasta los países de Europa del Este, siguiendo hasta China y Vietnam.
Un propiciador de ideas radicales
Un ejército de voluntarios
Muchas de las otras ideas de Friedman eran contrarias a un hombre clásico de derecha, incluso muchas de estas ideas eran más avanzadas que los sectores liberales – planteó, y fue aprobado por casi todos los sectores de la sociedad norteamericana, la abolición del reclutamiento forzoso militar y propuso con éxito que se le pagara a los soldados los salarios de mercado. Eso abrió, a todos los niveles, un espacio grande de avance social para las minorías.
"Un impuesto único" (Flat Tax) sin ninguna excepcion
Presentó por primera vez la necesidad de tener "un impuesto único sin deducciones " ( Flat Tax ). Para Firedman este era el único sistema de impuestos que eliminaría las enormes distorsiones que tienen todos y cada uno de los sistemas impositivos del mundo. Treinta años más tarde varios países de Europa del Este adoptaron este sistema de impuesto sin deducciones (Flat Tax) que ha sido responsable de un crecimiento enorme, y ha hecho posible que varios de estos países pasen de unas economías destruidas a unas economías con crecimiento explosivo. Hace dos semanas en Eriga, Capital de Estonia (la cual es una nación de 1.4 millones de habitantes, la que posee el crecimiento tecnológico más rápido de Europa del Este), el Presidente Bush le preguntó al Primer Ministro de Estonia que de dónde había sacado el "Flat Tax"; y él le contestó: que no era economista, que sólo había leído un libro de economía que se llamaba "Capitalismo y Libertad". Un libro que le había regalado un amigo hacía diez años. El Primer Ministro de Estonia dijo a Bush que al leer ese libro, aplicó el " Flax Tax " bajo la premisa que era el mejor tipo de impuestos.