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-DE EL LISTIN DIARIO, MATUTINO DOMINICANO-
Si el proyecto de reforma fiscal que sometió el Poder Ejecutivo al Congreso pasa sin modificación en lo referente a las bebidas alcohólicas, los consumidores tendrán que prepararse para un incremento de aproximadamente 40% en el precio, mientras que el Gobierno deberá enfrentar una caída en las recaudaciones que rondaría el 30% de los niveles actuales.
El dato lo suministraron el presidente del Grupo León Jimenes, José León Asensio; el vicepresidente ejecutivo de la empresa, Abel Wachsmann, y el director de Asuntos Corporativos, Teodoro Hidalgo.
Afirmaron que el sector de las cervezas es el que ha salido más perjudicado en las tres reformas fiscales anteriores.
Los ejecutivos del Grupo, al que pertenece la Cervecería Nacional Dominicana, participaron en el Desayuno de LISTÍN DIARIO, en el Centro de León, durante el cual explicaron que las recientes reformas han representado un incremento de 134% en los impuestos sobre este tipo de bebidas y estimaron que si el proyecto en discusión es aprobado como fue propuesto por el Poder Ejecutivo habrá un incremento de 98% adicional, lo que significaría que su producto habrá sufrido un aumento de 364% en menos de cuatro años.
Sin embargo, León Asensio ve con optimismo el futuro y crecimiento del Grupo, a pesar de la alta carga impositiva de la cerveza, mientras que Wachsmann cree que es mejor que los gobiernos entiendan lo conveniente que es incrementar los ingresos a través del crecimiento del mercado y no mediante más impuestos.
El Grupo León Jimenes (GLJ) propugna por la estructura específica del Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) de bebidas alcohólicas de 20%, lo que estimó que representaría recaudaciones adicionales en el 2007 de RD$5,933 millones, cifra que asegura es superior a la que espera el Gobierno recaudar con la rectificación propuesta.
En su propuesta, el GLJ señala que al mantenerse la estructura actual, basada en contenido alcohólico y con equidad para todos los sectores, al 2008 permitiría garantizar las recaudaciones tributarias y evitaría que el desplazamiento a marcas de bajo precio deteriore la base tributable y afecte de manera directa los ingresos fiscales en términos reales.
Para el director de Asuntos Corporativos, Teodoro Hidalgo, la propuesta que sometió el Gobierno tiene dos puntos fundamentales que afectan directamente a ese sector: el primero tiene que ver con que la estructura del impuesto friza la tabla del 2006, dejando las brechas entre las diferentes bebidas con el nivel más alto de impuestos para la cerveza.
“La ley contemplaba un desmonte para la cerveza que sería gradual cada año. Hay una brecha muy significativa en comparación con el caso del ron, sin querer expresar animadversión con los fabricantes de ron, pero es una diferencia significativa y provocará una sustitución de bebidas”, explicó.
Más caro
El segundo elemento perjudicial, indicó, es el 20% sobre el valor que agrega la propuesta actual además de los impuestos, que lo único que hará es incrementar el precio final. “Por ejemplo: una botella de ron de 700 mililitros, para igualar (el contenido de alcohol) este envase hay que ingerir 8.3 botellas de cervezas de 22 onzas.
Cuando hablamos de nueve botellas a RD$50 como precio de la Presidente en el mercado son RD$450 y 20% más sobre el precio de venta al consumidor, por lo que terminamos pagando más que los impuestos del ron”, explicó Hidalgo.
Dijo que si el proyecto sigue como está, la caída de la mdemanda en el mercado local de cervezas sería de entre 20% y 30% para el 2007.
Indicó que desde que empezó todo el movimiento de aumentos de impuestos en el 2000 el negocio de cervezas se ha visto afectado significativamente, como cuando en el 2001 el mercado cayó 13% con un aumento de 25% en los impuestos. Afirmó que en términos impositivos la reforma actual representaría un incremento de 134% en los impuestos que paga la cerveza.
Abel Wachsmann, vicepresidente del GLJ, consideró que es mejor dejar que el mercado funcione que gravarlo con más impuestos. “En estos cuatro años duplicamos los pagos al Gobierno en impuestos, simplemente porque el mercado creció con un ritmo constante”, dijo.
Aseguró que el Grupo está de acuerdo con que el Gobierno necesita más recursos y la empresa también está dispuesta a contribuir, pero dejando la misma estructura de impuesto específico con un aumento de 20% con lo cual sería suficiente para incrementar las recaudaciones sin necesidad de distorsionar los precios.
León Asensio, Wachsmann e Hidalgo confían en que las autoridades no obliguen a los consumidores a cambiar el hábito forzado por las cargas impositivas, sino que sea algo equitativo y que dependa la decisión del comprador final del producto.
Aunque Hidalgo afirma que una reducción del volumen de ventas de cervezas, como se está planteando con el proyecto de reforma, representará una caída significativa en las recaudaciones del Gobierno y un desplazamiento hacia otros productos, en el caso de Bohemia, como es más barata, el impuesto sobre el valor tendría un impacto menor, aunque sostiene lo que podría pasar con el desplazamiento hacia otras bebidas más económicas.
CONTRIBUCIÓN
En la propuesta que el Grupo León Jimenes entregó a la Comisión de Finanzas del Senado, que preside Tommy Alberto Galán, senador por San Cristóbal, explica que la cerveza representa el 41 por ciento del total de alcohol ingerido en República Dominicana y aporta el 75 por ciento de recaudaciones por la aplicación del Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) a las bebidas.
Señala que las bebidas espirituosas, incluidos ron, güisqui, ginebra, tequila, vodka y licores, así como los vinos, representan el restante 59 por ciento del alcohol ingerido, pero sólo 25 por ciento por concepto del ISC a las bebidas.
Explica que desde el 2004, los aumentos en las contribuciones aplicadas a la cerveza han alcanzado un 134 por ciento y ahora, con esta propuesta, la cuarta en tres años, sumaría un incremento adicional de 98 por ciento.
Indica que el consumidor dominicano hoy paga más de 53 centavos por cada peso de venta de cerveza, lo que representa el ocho por ciento de todos los impuestos que recauda el Estado.
La actual estructura del ISC, aplicada desde la entrada en vigor de la ley 3-04, de enero de 2004, grava la “externalidad” negativa del alcohol. El razonamiento, sostiene el Grupo León Jimenes, es que los efectos por exceso en el consumo deben ser compensados mediante el cobro de un impuesto por la cantidad de alcohol que contenga cada bebida.
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