Dispara el gasto público en el primer trimestre 2008 y abre brecha fiscal. El flujo de caja del Gobierno Central presenta un déficit de 8,452 millones de pesos.
SANTO DOMINGO (R. Dominicana).- Comparado con igual período del 2007, el gasto acumulado del Gobierno Central en los primeros tres meses de este año se incrementó en un 41.5 por ciento, en un evidente desborde cuyas consecuencias macroeconómicas, en materia de desequilibrio, se sienten vía los precios. Dicha expansión ha generado una brecha fiscal de más de 8 mil millones de pesos en el trimestre.
Ese significativo aumento de los gastos gubernamentales contrasta con el moderado crecimiento mostrado por los ingresos que durante el mismo período solo aumentaron en un 8.4 por ciento con respecto a 2007.
Como resultado de ese desfase entre el comportamiento del gasto y el de los ingresos, las cifras oficiales sobre las operaciones fiscales en el trimestre enero-marzo de este año, revelan la existencia de una brecha en el flujo de caja de la administración central ascendente a 8,452 millones de pesos.
Según los reportes de ingresos y gastos de la secretaría de Hacienda, al cierre de marzo el total de egresos del Gobierno Central ascendió 79,556 millones de pesos, en tanto que los ingresos registrados solo llegaron a 71,104 millones, lo que arroja un déficit de caja de 8,452 millones.
Las erogaciones efectuadas por el gobierno entre enero y marzo superan en 23,337 millones las ejecutadas en igual período de 2007, mientras que las recaudaciones solo generaron 5,526 millones más.
De los 23, 337 millones adicionales gastados, 17, 313 millones corresponden a incremento en los gastos no financieros, compuestos por los gastos corrientes, que se incrementaron en 32.2 por ciento, y los gastos de capital, que aumentaron en un 58.1 por ciento. Un total de 6,024 millones corresponden a mayores erogaciones para aplicaciones financieras, principalmente disminución de pasivos con proveedores.
Entre las principales partidas de gastos destaca el comportamiento de los pagos de transferencias corrientes, que aumentaron 7,434 millones, para un incremento del 48.2 por ciento. A este renglón se cargan los recursos que transfiere el Gobierno Central a las entidades descentralizadas y autónomas, así como los subsidios, subvenciones y pagos a personas en los programas de asistencia.
Solo durante los meses de enero y febrero pasados, por concepto de transferencias en subsidios a zonas francas y al GLP, ayudas y donaciones a personas, becas y subvenciones para estudio, el Gobierno erogó 1,589 millones de pesos más que en 2007.
El gasto de consumo integrado por los servicios personales, los servicios no personales, materiales y suministros aumentaron 21.6, 41.4 y 26.3 por ciento, respectivamente. En términos absolutos, subieron 4,453 millones en el primer trimestre de este año con relación al pasado. Los servicios personales subieron en 2,075 millones; los no personales, 1,079 millones y los materiales y suministros, en 685.8 millones.
Por otra parte, los gastos de capital también crecieron de manera vertiginosa durante el período analizado, pasando de 8,928 millones en 2007 a 14,115 millones en el primer trimestre, crecimiento que se explica en una inversión real directa de 4,704 millones más. Por ejemplo, el gasto en construcción pasó de 5,682 millones en el primer trimestre de 2007 a 9,446.7 millones (66.3 por ciento) en 2008.
Si descontamos la inflación de enero-marzo reportada por Banco Central, se advierte que el crecimiento real del gasto público no financiero asciende a 34.4 por ciento, el cual se refleja ya en la demanda agregada vía la balanza de pagos y el tipo de cambio.
No sobra suponer que una parte importante de la escalada alcista y del deslizamiento de la tasa de cambio, están influenciados por el fuerte aumento del gasto público impulsado por la campaña electoral en la que el presidente Leonel Fernández procura obtener la reelección.
Las cifras también provocan la pregunta sobre si después de cinco años de ejecutar un programa de estabilización macroeconómica con el Fondo Monetario Internacional (FMI) se puede seguir hablando de estabilidad y disciplina fiscales.
Nelson Suárez, economista, 7dias.com.do
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