LA CANTIDAD DE ESTOS MICRONEGOCIOS LLEGAN CASI A MIL EN LA CAPITAL
Carlos Arturo Guisarre
Listin Diario/Servicios Google
SANTO DOMINGO.- El deterioro de las calles y avenidas de la Capital de República Dominicana, además de las principales provincias del país, tiene un efecto positivo en el trabajo de los gomeros, porque cada hoyo que la Secretaría de Obras Públicas no corrige, reduce la vida útil de los neumáticos que caen en él.
En estos términos se expresó Augusto Gabriel, gomero desde hace 18. El trabajador informal sostuvo que estos negocios no están en vía de extinción ni han disminuido su presencia por la ciudad, sino que cada vez son más los que se dedican a esta actividad. “A nosotros nos ha favorecido de forma especial el deterioro de las calles y avenidas de la ciudad, debido a que cada hoyo, policía acostado, reguero de vidrios, restos de cemento que se incrustan en el asfalto y demás obstáculos que enfrentan los conductores, aumentan nuestras posibilidades de ingresos”, declaró Gabriel.
El gomero, con una larga experiencia en esta actividad, dijo que en Santo Domingo hay instalados alrededor de 1,000 gomeras con su local propio y los utensilios básicos para ofrecer sus servicios. Además, Gabriel añade a su lista extraoficial los hombres que conocen el oficio y cobran por ejercerlo, la cantidad de “enganchados” en este negocio no está determinada. Los gomeros viven de reparar y sustituir neumáticos, además de cambiar los tubos de los mismos.
Algunos de estos negociantes cuentan con la infraestructura para representar algunas marcas de gomas, lubricantes, entre otros productos de cuidados del vehículo. Gilbert Matos instaló su gomera en 2005. Entendió que la universidad no era para él y que un “negocito” era lo apropiado. El gomero de 22 años cobra por cambiar un tubo entre los RD$50 y RD$500.
Además, Matos, que aprendió el oficio de su padre, vende de un neumático vehículo liviano entre RD$1,400 y RD$2,800. Los precios han subido. La sustitución de una goma puede valer alrededor de RD$50, en el negocio que el joven tiene en el patio de su casa en Villa Juana.
“Bueno, yo aprendí el oficio de gomero de mi padre, realmente no tenía vocación para los estudios, por lo que dejé la universidad en el primer semestre, busqué las herramientas que necesitaba y con esta gomera gano más que cualquier profesional”, dijo Matos. La Gomera Gilbert, el nombre del establecimiento de Matos en Villa Juana, registra ganancias por aproximadamente RD$18,000 al mes, luego del deducible de los gastos operativos.
La máquina tumbadora de gomas, que inserta o descoloca al neumático del aro que lo sustenta, puede valer entre RD$90 mil y RD$130 mil, cuando es de modelo convencional. “La tumbadora de gomas es la máquina más importante en este negocio. Estoy ahorrando para comprar una y así ofrecer una gama más amplia de servicios e incrementar mis ingresos”, declaró Matos.
Tanto Gabriel, como Matos, coinciden en que el principal obstáculo del negocio de las gomeras consiste en el “regateo” de los clientes a los que les parece que los precios de los servicios son caros.
Importancia
Eran como las 10 de la noche cuando Beatriz Román regresaba a su casa manejando su “yipeta”, luego de una jornada de trabajo como gerente de finanzas de una mediana empresa. La señora perdió el control de su vehículo y tuvo que aparcarse, al desmontarse para observar la causa de su parada, vio uno de sus neumáticos desgarrados y desinflados.
“Quedada” en medio de las calles oscuras, no sabía qué hacer. Sin embargo, apareció un hombre de mediana edad, con ropas sencillas y apariencia confiable. Augusto Gabriel sacó sus herramientas, desmontó el neumático de repuesto y procedió a cambiar la goma de la “yipeta”, con el fin de que Román llegara a su hogar.
Gabriel le hubiera cobrado RD$70.00 por el servicio que ofreció, pero le dijo a Román que la ayuda prestada nada tiene que ver con negocios, sino con el deber de asistir a una dama en problemas.
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