Por MARIO MÉNDEZ
Enfrentar el alto déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos, en un entorno internacional adverso, constituirá el gran desafío de la economía dominicana durante el año 2008.
Las proyecciones extraoficiales más optimistas colocan el déficit en cuenta corriente de balanza de pagos para el año recién concluido 2007 en 1,600 millones de dólares.
Hay quienes estiman que se podría acercar incluso a la suma de 1,800 millones de dólares, como resultado de las importaciones de alimentos que debieron haberse hecho debido a los daños causados por las tormentas tropicales Noel y Olga.
Este déficit duplica el registrado en el 2006, que fue de 789.1 millones de dólares, y triplica el del 2005, que fue de 477.8 millones de dólares.
Según cifras del Banco Central, a septiembre del año pasado el déficit en cuenta corriente de la balanza de pagos había acumulado la suma de 1,228.9 millones de dólares.
La República Dominicana tendrá que hacer frente a ese déficit en cuenta corriente en un entorno internacional difícil, caracterizado por una desaceleración de la economía mundial, y particularmente de la de Estados Unidos, que es la que mayormente impacta en el comportamiento de la economía dominicana; de altos precios internacionales del petróleo y de un encarecimiento de las materias primas.
Se prevé que la economía de los Estados Unidos crecerá en 2.2 por ciento en el año 2008, un nivel muy inferior al crecimiento previsto inicialmente de 2.9 por ciento.
Para el año 2008 se había previsto inicialmente un crecimiento de 2.8 por ciento, y esa previsión se ha corregido y se estima que el crecimiento pudiera ser de sólo 1.8 por ciento.
Un crecimiento por debajo de 2 por ciento se considera recesionario, por el poco impacto en la generación de empleos y porque no permite a las medianas y grandes corporaciones aumentar sus ingresos.
El alto nivel del déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos obligará a un ajuste económico, pero hay quienes estiman que éste no se producirá antes de las elecciones de mayo próximo.
Los precios
Otro desafío de la política económica es el relacionado con las presiones inflacionarias.
A estas presiones, generadas por factores externos como los altos precios del petróleo y el incremento de los precios internacionales de los alimentos, se le agregaron los daños causados por las tormentas Noel y Olga, que afectaron la producción de alimentos de origen agrícola. El gobierno ha amortiguado esas presiones con subsidios, pero esos subsidios han alcanzado niveles que, a su vez, ejercen presiones sobre las finanzas públicas y que obligarán a redefiniciones de política.
Las expectativas son las de que los factores externos continuarán, por lo menos durante la primera mitad del año 2008, ejerciendo presiones inflacionarias internas.
Esta situación obligará a las autoridades a hilar muy fino con el tipo de cambio, para un deslizamiento que agudice las presiones inflacionarias.
Un movimento del tipo de cambio hacia arriba impacta de manera muy significativa en los precios claves de la economía, como son los combustibles y la tarifa eléctrica, así como en todo lo que se importa.
Durante los últimos días el tipo de cambio ha registrado incrementos que lo han colocado por encima de los 34 pesos por dólar.
Hay quienes entienden que el gobierno, para no perder su principal logro, que es la estabilidad relativa de la moneda y de los precios internos, hará todo cuanto esté a su alcance para evitar un mayor deslizamiento del tipo de cambio que complique la situación de los precios.
Con esos fines, las autoridades pudieran hacer uso de las reservas internacionales del Banco Central, que han alcanzado niveles récord.
Altos niveles de reservas aumentan la capacidad de las autoridades para actuar ante un posible deslizamiento del tipo de cambio.
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