“Con esta EAP, el Banco Mundial pretende dar su respaldo a la nueva administración y ayudarla a lograr sus objetivos en las áreas de lucha contra la pobreza, desigualdad y gobernabilidad”, señaló Marcelo Giugale, director del Banco Mundial para Bolivia, Ecuador, Perú y Venezuela. “Esta estrategia brinda mayor flexibilidad al gobierno que las estrategias de asistencia anteriores en términos de los montos de financiamiento y el contenido, además de la sincronización de las operaciones crediticias. Esta EAP está diseñada para mantener la condición de Perú como país de ingreso medio que se desarrolla con rapidez”.
La EAP, que incluye un margen crediticio de hasta US$700 millones al año, busca respaldar las prioridades del nuevo gobierno. La estrategia fue diseñada en asociación con las autoridades peruanas y recibió aportes de varias partes interesadas, incluida la sociedad civil, el sector privado, la comunidad de donantes y representantes del gobierno. Estos grupos participaron en talleres en Ayacucho, Cajamarca y Lima.
La nueva estrategia propone un programa selectivo de operaciones del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) y la Corporación Financiera Internacional (CFI), la entidad del Grupo del Banco Mundial para el sector privado. El programa se basa en tres pilares estratégicos para apoyar los esfuerzos del Perú que pretenden aumentar el crecimiento económico y la competitividad, reducir la pobreza y la desigualdad y fortalecer las instituciones públicas del país, respectivamente.
1. Crecimiento económico
La nueva administración de Perú heredó del gobierno anterior una situación macroeconómica estable, resultado de sólidas políticas económicas y un ambiente exterior favorable. Entre los impresionantes logros de los últimos años podemos mencionar el crecimiento mayor a 4% en cada uno de los últimos cuatro años, el incremento y la diversificación de las exportaciones (que aumentaron 35% entre 2004 y 2005), la reducción del riesgo país (que bajó 21% entre 2004 y 2005), los mayores esfuerzos de recaudación de impuestos (que aumentó 14% entre 2004 y 2005) y la proyección de un superávit fiscal para 2006 (que se espera se sitúe entre 0,2% y 0,6% del PIB). En los próximos cinco años, los desafíos serán mantener la estabilidad macroeconómica y reducir las vulnerabilidades, acelerar la tasa de crecimiento, ampliar su base y hacerla sostenible en términos medioambientales.
Para apoyar estas iniciativas, el Banco pretende:
• Consolidar el marco de las políticas macroeconómicas y reducir la vulnerabilidad ante desastres naturales y conflictos sociales.
• Mejorar la infraestructura económica y el entorno empresarial para profundizar la integración a través de tratados de libre comercio y ampliar la base para el crecimiento económico.
• Administrar los recursos hídricos, la conservación de la biodiversidad y las áreas cubiertas de bosques, controlar la contaminación del aire y las aguas y velar por la sostenibilidad de las industrias extractivas.
2. Desarrollo social
A pesar del reciente crecimiento sólido, se han apreciado pocos avances en materia de pobreza y desigualdad. La tasa nacional de pobreza sólo disminuyó de 54% a 51,6% entre 2001 y 2004. La desigualdad, medida según el coeficiente de Gini, se mantuvo en 0,43 (inferior al promedio de 0,52 de América Latina), pero todavía es elevada para los estándares internacionales. Para mejorar estos indicadores, es esencial promulgar políticas públicas que se concentren en promover nuevos estándares de políticas sociales y aborden las necesidades básicas. La falta de capital humano adecuado y de sistemas de apoyo iniciales para los pobres son algunas de las causas fundamentales de la pobreza, en particular en las áreas de educación, atención de salud, nutrición y asistencia social.
Por ende, la asistencia del Banco para reducir la pobreza y la desigualdad se concentrará en:
• Mejorar el acceso a servicios de agua, saneamiento, vivienda y electricidad.
• Ampliar la adjudicación de títulos de propiedad sobre las tierras.
• Introducir normas y fortalecer la responsabilidad para apoyar el logro de resultados en educación, salud y nutrición.
3. Modernización del Estado
En adelante, el desafío del gobierno será lograr el apoyo necesario para realizar reformas en la estructura estatal que preocupan más a las personas: descentralización y acceso a servicios públicos, mayor eficiencia y calidad del gasto público y mejoramiento del sistema judicial a fin de reducir los niveles de corrupción.
Las actividades del Banco dentro de este pilar se concentrarán en:
• Consolidar el proceso de descentralización.
• Fortalecer la gestión del sector público.
• Mejorar la percepción pública del respeto a la ley y del acceso a la justicia.
Además de analizar la EAP, el Directorio aprobó un préstamo por US$200 millones para respaldar la gestión fiscal y la competitividad y otro por US$50 millones para el transporte rural.
Primer préstamo programático para financiar el fortalecimiento de la gestión fiscal y la competitividad
El préstamo programático, por un monto de US$200 millones, es el primero de una serie de tres a cuatro préstamos que respaldarán el plan de reforma del gobierno para mejorar el funcionamiento de las instituciones del sector público y el entorno empresarial del Perú. Esta serie programática es parte medular del programa de asistencia propuesto en la EAP y aborda en forma directa el pilar del crecimiento económico. El préstamo se concentra en dos áreas generales de la reforma normativa: eficiencia y calidad de la gestión fiscal, y competitividad.
En el corto plazo, el préstamo tendrá el doble beneficio de fortalecer la posición fiscal del Gobierno del Perú y de respaldar el programa gubernamental de reforma del sector público y de competitividad. En el mediano y largo plazo, las reformas, que contarán con el apoyo de la serie de préstamos programáticos, otorgarán solidez al marco fiscal general, mejorarán la eficiencia y la calidad del gasto del sector público y reducirán las limitantes que impiden un mayor crecimiento económico.
Algunas de las reformas que respalda este préstamo son:
• Simplificar y mejorar la recaudación de impuestos,
• Controlar la deuda a nivel subnacional,
• Adoptar incentivos para una mayor creación de ingresos a nivel subnacional y el uso adecuado de los ingresos que provienen de recursos naturales,
• Promover el establecimiento de presupuestos sobre la base del desempeño,
• Ampliar el uso del gobierno electrónico en los procedimientos estatales,
• Simplificar los procesos administrativos para eliminar los obstáculos que enfrenta el sector privado, y
• Fortalecer la capacidad del Perú para aprovechar las oportunidades que ofrece el comercio internacional.
“Las reformas apoyadas por este préstamo generarán a su vez ahorros presupuestarios. Estos ahorros se pueden destinar a programas de lucha contra la pobreza que promuevan el desarrollo del capital humano y actúen como redes de seguridad social para los pobres”, señaló Rossana Polastri, gerente del Banco Mundial a cargo de la operación. “Al mismo tiempo, una mayor integración del Perú a la economía mundial ampliará y diversificará los mercados, lo cual generará más oportunidades para el crecimiento económico y el desarrollo”, agregó Fernando Rojas, gerente adjunto del Banco Mundial para la operación.
El préstamo de US$200 millones y margen fijo se reembolsará en 11,5 años e incluye un período de gracia de 6,5 años.
Proyecto de transporte rural descentralizado
El segundo préstamo de US$50 millones aprobado hoy está destinado al Proyecto de transporte rural descentralizado y servirá para mejorar el acceso de productores y la población rural en general a bienes, servicios sociales y oportunidades de generación de ingresos a través de la reducción de los costos de transporte y el mejoramiento de la infraestructura para el transporte rural.
El proyecto alcanzará estos objetivos respaldando las siguientes actividades:
• Mejorar la infraestructura de transporte rural mediante la rehabilitación o el mejoramiento de los caminos rurales que se consideren prioridad tras una planificación participativa, mejorar y construir puentes que son fundamentales para asegurar la conectividad en los caminos rurales rehabilitados, mantener en forma periódica los caminos rurales, mejorar las pistas para transporte no motorizado, mejorar otros tipos de infraestructura de transporte rural (incluido la fluvial) y probar en forma experimental una iniciativa para la estabilización de laderas y la protección de caminos rurales contra erosión causada por los ríos.
• Ofrecer un paquete integral de herramientas para fortalecer la institucionalidad a nivel local y central. El objetivo principal de este componente es fortalecer la capacidad de regulación a nivel nacional y empoderar al mismo tiempo a los municipios para que puedan definir y aplicar sus políticas de transporte rural.
• Optimizar el efecto que genere el mejoramiento de las condiciones de transporte en el desarrollo rural mediante la ampliación del modelo Ventana para el Desarrollo Local creado durante el segundo Proyecto de caminos rurales y ensayar en 15 provincias peruanas un Proyecto experimental de infraestructura rural que incluya incentivos específicos para promover una mayor complementariedad en las inversiones en infraestructura rural.
“Este proyecto converge con las prioridades de la nueva EAP, en especial en relación al objetivo de crear una economía que genere empleos en forma rápida y sostenible y de un Estado del que los peruanos se sientan orgullosos porque les entrega los servicios que necesitan”, indicó Nicolas Peltier-Thiberge, gerente del Banco Mundial para el proyecto.
El préstamo de US$50 millones y margen fijo se reembolsará en 11,5 años e incluye un período de gracia de 10 años.
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