El retraso en la entrada en vigencia del acuerdo de libre comercio suscrito con Estados Unidos y Centroamérica –DR-Cafta- impide la efectiva recuperación y el normal desenvolvimiento del sector de zonas francas en el país, consideró ayer el presidente de la Asociación para el Desarrollo Incorporada (Apedi).
“Sin tratado no hay zona franca”, enfatizó el ingeniero Félix M. García C., al tiempo de enumerar una serie de factores que, a su juicio, contribuyen a agudizar los problemas del referido sector.
El pasivo laboral –dinero que reservan las empresas para honrar los compromisos inherentes a la liquidación de su personal- es una de esas complicaciones, de acuerdo con García.
Se ha hecho una costumbre que las empresas del ramo liquiden cada año a sus empleados, pero esta iniciativa no está respaldada por ningún precepto legal, por lo que los empleadores se encuentran con la dificultad de que el tribunal laboral los obliga a liquidar por la totalidad del tiempo de servicio continuo prestado a los trabajadores que despiden.
En ese sentido, el ingeniero García expuso que es partidario de que, con el auspicio del Gobierno, se lleve un caso de estos en particular ante la Suprema Corte de Justicia, a fin de que el alto tribunal emita una sentencia en la que diga si procede o no liquidar cada año a un trabajador y si esto podría ser reconocido legalmente, de modo que se cree jurisprudencia en la materia.
La tasa de cambio. Otra complicación, que constituye la más difícil de resolver, en opinión del presidente de Apedi, es la tasa de cambio.
El ingeniero García estuvo de acuerdo con el empresario Fernando Capellán en cuanto a la forma en que esta variable incide sobre los costos operacionales de las empresas de zonas francas.
“Los dólares que ellos producen, en su condición de generadores de divisas, no pueden negociarlos libremente a una tasa que les permita obtener beneficios, sino que están obligados a venderlos por debajo de los precios de mercado, pero comprarlos a un precio por encima de la tasa de cambio, lo que no deja espacio a la rentabilidad.
No obstante, reconoció que si el Gobierno toma una iniciativa encaminada a aumentar la tasa de cambio, tendría que buscar más recursos para pagar la deuda externa y la factura petrolera, además del consecuente impacto social y económico que esto podría generar en la población.
“Sin tratado no hay zona franca”, enfatizó el ingeniero Félix M. García C., al tiempo de enumerar una serie de factores que, a su juicio, contribuyen a agudizar los problemas del referido sector.
El pasivo laboral –dinero que reservan las empresas para honrar los compromisos inherentes a la liquidación de su personal- es una de esas complicaciones, de acuerdo con García.
Se ha hecho una costumbre que las empresas del ramo liquiden cada año a sus empleados, pero esta iniciativa no está respaldada por ningún precepto legal, por lo que los empleadores se encuentran con la dificultad de que el tribunal laboral los obliga a liquidar por la totalidad del tiempo de servicio continuo prestado a los trabajadores que despiden.
En ese sentido, el ingeniero García expuso que es partidario de que, con el auspicio del Gobierno, se lleve un caso de estos en particular ante la Suprema Corte de Justicia, a fin de que el alto tribunal emita una sentencia en la que diga si procede o no liquidar cada año a un trabajador y si esto podría ser reconocido legalmente, de modo que se cree jurisprudencia en la materia.
La tasa de cambio. Otra complicación, que constituye la más difícil de resolver, en opinión del presidente de Apedi, es la tasa de cambio.
El ingeniero García estuvo de acuerdo con el empresario Fernando Capellán en cuanto a la forma en que esta variable incide sobre los costos operacionales de las empresas de zonas francas.
“Los dólares que ellos producen, en su condición de generadores de divisas, no pueden negociarlos libremente a una tasa que les permita obtener beneficios, sino que están obligados a venderlos por debajo de los precios de mercado, pero comprarlos a un precio por encima de la tasa de cambio, lo que no deja espacio a la rentabilidad.
No obstante, reconoció que si el Gobierno toma una iniciativa encaminada a aumentar la tasa de cambio, tendría que buscar más recursos para pagar la deuda externa y la factura petrolera, además del consecuente impacto social y económico que esto podría generar en la población.
Presenta propuesta
Entrevistado por El Caribe sobre la pérdida de miles de empleos en empresas de zonas francas de Santiago, el presidente de la Asociación para el Desarrollo Incorporada (Apedi) presentó una propuesta que, entiende, podría coadyuvar en cierta medida a solucionar la crisis.
Sugirió que las botas, camisas, chalecos y aditamentos afines importados desde Colombia para el uso de militares y policías sean encargados a la industria local, lo que garantizaría fuentes de trabajo.
Dijo que, para evitar suspicacias, deberá crearse un mecanismo para que en una licitación pública, abierta y transparente puedan participar todas las empresas interesadas que tengan la capacidad instalada y la eficiencia para cumplir con esta tarea.
García respondió preguntas de El Caribe en relación con la situación por la que atraviesan empresas de zonas francas en Santiago.
Sugirió que las botas, camisas, chalecos y aditamentos afines importados desde Colombia para el uso de militares y policías sean encargados a la industria local, lo que garantizaría fuentes de trabajo.
Dijo que, para evitar suspicacias, deberá crearse un mecanismo para que en una licitación pública, abierta y transparente puedan participar todas las empresas interesadas que tengan la capacidad instalada y la eficiencia para cumplir con esta tarea.
García respondió preguntas de El Caribe en relación con la situación por la que atraviesan empresas de zonas francas en Santiago.
Urge acciones inmediatas
Clase dice que la situación de zonas francas en Santiago es “insostenible”
El empresario José Clase aplaudió las iniciativas para preparar al país ante el nuevo entorno internacional, pero dijo que son medidas con efectos en el medio y largo plazos, cuando lo que se requiere ahora son acciones inmediatas.
A ese respecto ponderó positivamente la labor de la Pontifica Universidad Católica Madre (PUCMM) y del Rochester Institute of Tecnology (RIT) para crear el Centro Internacional para la Innovación en Tecnología y Administración (CITAM) y contribuir al desarrollo del país a través del desarrollo de una fuerza de trabajo cualificada.
Igualmente resaltó el apoyo a esta iniciativa por parte del Centro de Exportación e Inversión de la República Dominicana (CEI-RD) que posibilitó la contratación para estos fines de especialistas del RIT en el área de la innovación del sector de la manufactura.
Sin embargo, dijo que la situación de las zonas francas y en especial de las establecidas en toda la región norte del país es insostenible, por lo que es impostergable que el Estado Dominicano adopte las medidas que detengan el proceso de cierre de empresas que ha estado afectando al sector durante los últimos meses.
El empresario también destacó la situación de sobre-costo que está enfrentando el sector generador de divisas.
Dijo que la apreciación de la tasa de cambio está beneficiando a los empresarios de todo el mundo, menos a los que operan en la República Dominicana.
“La situación cambiaria actual subsidia a las importaciones y penaliza a las exportaciones dominicanas”, manifestó Clase
El empresario José Clase aplaudió las iniciativas para preparar al país ante el nuevo entorno internacional, pero dijo que son medidas con efectos en el medio y largo plazos, cuando lo que se requiere ahora son acciones inmediatas.
A ese respecto ponderó positivamente la labor de la Pontifica Universidad Católica Madre (PUCMM) y del Rochester Institute of Tecnology (RIT) para crear el Centro Internacional para la Innovación en Tecnología y Administración (CITAM) y contribuir al desarrollo del país a través del desarrollo de una fuerza de trabajo cualificada.
Igualmente resaltó el apoyo a esta iniciativa por parte del Centro de Exportación e Inversión de la República Dominicana (CEI-RD) que posibilitó la contratación para estos fines de especialistas del RIT en el área de la innovación del sector de la manufactura.
Sin embargo, dijo que la situación de las zonas francas y en especial de las establecidas en toda la región norte del país es insostenible, por lo que es impostergable que el Estado Dominicano adopte las medidas que detengan el proceso de cierre de empresas que ha estado afectando al sector durante los últimos meses.
El empresario también destacó la situación de sobre-costo que está enfrentando el sector generador de divisas.
Dijo que la apreciación de la tasa de cambio está beneficiando a los empresarios de todo el mundo, menos a los que operan en la República Dominicana.
“La situación cambiaria actual subsidia a las importaciones y penaliza a las exportaciones dominicanas”, manifestó Clase
Necesidad inaplazable
Clase resaltó la importancia de que el DR-CAFTA inicie a la mayor brevedad para traer tranquilidad al clima de inversión. Destacó los esfuerzos del Gobierno para cumplir con los requerimientos del Tratado, pero dijo que la situación actual ha provocado un limbo que no conviene a nadie.
Explicó que el DR-CAFTA incluye cláusulas que mejoran el acceso al mercado de los EEUU pero su aprovechamiento no ha sido posible por la dilación de su ejecución.
Explicó que el DR-CAFTA incluye cláusulas que mejoran el acceso al mercado de los EEUU pero su aprovechamiento no ha sido posible por la dilación de su ejecución.
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