BBC Mundo, Washington/Servicios Google
La necesidad de una urgente reforma en el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha sido la conclusión más importante de la asamblea anual que celebra el organismo multilateral, junto con el Banco Mundial, en Washington, aunque muchos calificaron los progresos como una gran decepción.
La nueva orientación, dice el organismo multilateral, permitirá a la institución tener un papel relevante en el fortalecimiento de las economías y la reducción de la pobreza.
Sin embargo, para los asistentes a esta asamblea, lo que queda claro es lo poco que se ha avanzado para lograr la dichosa reforma, que se prometió al llegar Rodrigo Rato como director general al Fondo en junio de 2004.
Ahora Rato se va, llega el francés Dominique Strauss-Kahn y los miembros ni siquiera se han puesto de acuerdo de cómo lograr la "nueva" estructura del Fondo.
Cuotas
La palabra mágica de esta reforma es la asignación de cuotas. Los países en desarrollo se quejan de que en el sistema actual, creado hace 63 años, su voz no tiene mucho peso.
Por poner un ejemplo de cómo funciona ahora la toma de decisiones, Estados Unidos cuenta con 371.743 votos, mientras que Brasil tiene 30.611.
Esto significa que Washington cuenta con 17,06% del total del sufragio, mientras que Brasilia sólo tiene el poder de decisión en un 1,41%.
En la cumbre anterior -celebrada en Singapur- se llegó a un acuerdo para aumentar relativamente las cuotas de México, China, Corea y Turquía.
Pero, en esa ocasión, no se logró ningún acuerdo y algunos dicen que Strauss-Kahn tendrá que iniciar las negociaciones de cero. Brasil, por ejemplo, se queja de que no entró en ese grupo.
"Decepción"
Durante el fin de semana, no sólo los latinoamericanos se quejaron de los pocos avances.
Por ejemplo, el ministro alemán de Finanzas, Peer Steinbrueck, señaló lo poco que se ha conseguido y David Dogde, el gobernador del banco central canadiense, dijo, sin pelos en la lengua, que la reunión había sido una decepción.
Para tratar de tranquilizar a los países emergentes, el Fondo ha dicho que aumentará sus cuotas en torno al 10%, aumentado así el número de votos que le corresponde a cada miembro.
Para el ministro de Economía brasileño, Guido Mantega, esta oferta no es suficiente, pero por lo menos es un paso en la buena dirección.
El Comité Monetario y Financiero Internacional del FMI espera que para su próxima reunión de septiembre de 2008 estén sentadas las bases para la nueva asignación de cuotas, que determinaría el nuevo poder de voto de muchos de sus 185 miembros.
"La reforma es como una maratón"
Pero la reorganización no será nada fácil y algunos dudan de que se logre en ese tiempo.
Los países latinoamericanos quieren más porcentaje de cuotas para tener más poder de voto, pero aquellos que cuentan ahora con más peso en las decisiones no quieren perder sus privilegios.
Antes de marcharse, Rodrigo Rato trató de justificarse y señaló que la reforma no se puede dar de la noche a la mañana: "Es como una maratón y no como un sprint (carrera de velocidad)", dijo.
Se trata del "Banco del Sur", que formarían Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador, Paraguay, Uruguay y Venezuela; Colombia también ha sido invitada. Sería una alternativa al Fondo para ayudar a los países en crisis y con problemas de liquidez.
El 3 de noviembre se reuniron varios mandatarios de éstos países en Caracas.
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